En la tarde-noche del 20 de diciembre, a pocas horas de que empiece el invierno, Alejandro López Andrada, según sus propias palabras “se desnudaba ante sus vecinos con esta nueva obra, la más íntima, querida y sufrida” de cuantas lleva, dedicándola a Villanueva del Duque de todo corazón.

Así, en el Salón de Actos de la Casa de Hermandades, se iniciaba la presentación de esta obra, que ha tenido un proceso vital en la vida del autor.

Presentó el acto, la alcadesa, María Isabel Medina Murillo, quien tras unas palabras dirigidas al paisano e Hijo Predilecto de la Villa, dio paso al editor del libro, Máximo Higuera Molero, de la Editorial Trifaldi, quien explicó el porqué de este singular nombre, vinculado al Quijote, tras lo cual, expresó su enorme satisfacción por todo el proceso editorial del libro y del trato tan singular con su autor.

Tomó la palabra López Andrada quien desgranó detalles y vivencias reflejadas en el libro, recitando como colofón parte de los escritos, pasando a firmar dedicatorias entre el numeroso público asistente a la presentación.

José Caballero Navas

«De ahí que López Andrada haya conseguido con su última obra un decisivo avance en su trayectoria. Esa ruta conduce a la geografía más íntima del autor, esto es, por la comarca de Los Pedroches y por esa bucólica Vía del Calatraveño, que yo conocí gracias a la guía ejemplar de Alejandro. Éste maneja unas óptimas herramientas de escritor, con un lenguaje esmerado y una sensibilidad sin fisuras». J.M Caballero Bonald

Las editoriales han puesto de moda los Book Trailers, que consisten en convertir la historia de los libros en una pequeña película que enganche al lector. Este es el que Trifaldi ha hecho de «La esquina del mundo» último libro de nuestro vecino Alejandro López Andrada.

«El autor villaduqueño publica «Los ojos de Natalie Wood»», una novela influida por los escritores románticos del siglo XIX y por la obra de Stephen King y en la que homenajea a las divas de los años 60″

«Como un moderno alquimista, Alejandro López Andrada ha sabido confeccionar con ingredientes dispares y muy de su gusto la novela que a él siempre le hubiera gustado leer: «Los ojos de Natalie Wood».»

Unas setenta personas llenaron la sala “Martín y Soler” del Palau de la Música de Valencia para asistir al recital de Alejandro López Andrada y Pablo Guerrero, dentro del ciclo “Aula de Poesía”.

El acto comenzó con la presentación que hizo el poeta Carlos Marzal, coordinador del ciclo, para continuar después con dos partes de lectura de poemas de Alejandro, por parte de Pablo y del mismo autor, que finalizaron con algunas del poemario más reciente del villaduqueño, «Las voces derrotadas».

Entre poema y poema Alejandro comentó aspectos biográficos suyos e hizo referencia a lugares de nuestro pueblo y nuestro paisaje. Así, habló de las Morras, del camino de Santiago (de la Zarza) y de otros rincones emblemáticos de nuestra localidad que han inspirado, e inspiran, su poesía.

Por este aula y este ciclo han pasado, entre otros, poetas como Caballero Bonald, Andrés Trapiello, Luis Antonio de Villena, Ángel González, Joaquín Sabina y Luis García Montero.

villanuevadelduque.com, con fotos de Bernardino López

El próximo martes, día 24 de enero, nuestro vecino y escritor estará en el Palau de la Música de Valencia con el cantautor Pablo Guerrero, para ofrecer un recital dentro del Aula de Poesía que organiza el Ayuntamiento de la capital valenciana. Sin duda una nueva oportunidad de llevar el nombre de Villanueva del Duque y Los Pedroches por la geografía española.

Por otro lado, el jueves y el viernes, días 26 y 27, participará en un encuentro de escritores andaluces que la Junta de Andalucía, a través del Centro Andaluz de las Letras, va a celebrar en Antequera.

villanuevadelduque.com

La luz me habita al nombrarte, pueblo azul: rincón del horizonte y la  alegría vestida de tristeza. En tu silencio caben todas las voces que no están, todos los muertos que nunca se alejaron. Vivo en tus calles: tus piedras son mi carne, el aire de tu plaza es mi niñez. Buceo en la lentitud de tus caminos y veo el recodo lento de la Zarza, la paz de la dehesa, el puente gris por el que, antaño, cruzaban los mineros.

Me adentro en tu memoria y toco el cielo, el sol del Verdinal, la lejanía, la lluvia del Juncoso y el crepúsculo esbelto y misterioso de los Poles. A veces soy la torre de tu iglesia, pero me bajo de ella; siento vértigo. Mi alma planea sobre tus tejados. No sé vivir sin ti. Lo reconozco. Tú eres mi casa, mi felicidad. Si no hubiera nacido en tu regazo, no sentiría el amor de tus esquinas ni tus ermitas serían mis pulmones.

Alejandro López Andrada
De su columna «El Zaguán» en «Cuadernos del Sur»