Francisco Onieva acaba de publicar en la prestigiosa editorial Renacimiento, dentro de la colección Ediciones Espuela de Plata, Los que miran el frío, su primer libro en prosa. Son nueve relatos escritos a lo largo de los últimos cinco años y medio (con el paréntesis de los dos años que dedicó a la escritura de Las ventanas de invierno) en los que consigue crear un espacio mítico:
«Retamal es un pequeño pueblo del norte de Córdoba que fue línea de frente durante toda la guerra civil, en el que se entretejen con sutileza diversas historias de supervivencia. El resultado son nueve relatos donde se entrecruzan acciones y personajes hasta crear una auténtica obra coral, cuyo protagonista, que da unidad al conjunto, es el frío, capaz de hacer actuar a los personajes, de definir sus más íntimas sensaciones y emociones al corporeizarse e instalarse, como una fina lentilla, en sus córneas.»
FRANCISCO ONIEVA RAMÍREZ (Córdoba, 1976). Unido familiarmente a Villanueva del Duque, reside en Pozoblanco, donde es profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Antonio María Calero. Ha publicado dos libros de poesía, Los lugares públicos (aparecido como plaquette en 1998, corregido en profundidad y ampliado en 2008; finalista del Andalucía Joven) y Perímetro de la tarde (Rialp, 2007; accésit del Adonáis). Su tercer poemario, Las ventanas de invierno, XXI Premio de Poesía Cáceres Patrimonio de la Humanidad, se encuentra a la espera de ser publicado en una editorial nacional. Ha coordinado el libro colectivo Palabra compartida (2007) y su obra poética ha sido recogida en antologías como Los círculos del aire (2008), Entre el puente y el río (2009), Antología del beso (2009), Terreno fértil (2009), Tintas para la vida II (2010), Un rayo que no cesa (2010) o El mercado de los pájaros (2011). Como narrador, ha colaborado en el libro colectivo La puerta de los sueños (Ayto. de Pozoblanco, 2009; Premio Solienses 2010) con un relato titulado «Tourmalet, 3.000 piezas». «Los que miran el frío» es su primera incursión en la prosa de ficción. Se trata de un libro escrito a fuego lento, en el que los ingredientes han ido macerando y cociéndose durante más de cinco años y medio, los que median entre la primera redacción de «Viento de dirección suroeste» y las últimas correcciones.
La acuarela de la portada pertenece a Jesús Javier Redondo y en ella se recrea el campanario de la iglesia de San Mateo tras los intensos bombardeos, y un par de personajes humildes que se conforman con sobrevivir y que caminan sin rumbo.
Próximamente verá también la luz el libro «Antonio Rodríguez de León: en tierra de nadie» que contiene la ponencia que Paco ofreció en las II Jornadas de Historia de Villanueva del Duque.
¡Ya estoy deseando leer a nuestro amigo Paco! No estaría mal presentar el libro en nuestro pueblo, aunque supongo que autor y editorial serán los que indiquen fecha y lugar. ¡Felicidades amigo!