Durante el transcurso de la primera semana de Junio de éste año 2005, he sido testigo de un hecho inédito hasta la fecha en nuestra comarca, la transformación de un pueblo entero y de sus gentes al hilo de una iniciativa pionera en Los Pedroches puesta en marcha por el Ayuntamiento de Villanueva del Duque.

Digo bien, una transformación profunda, porque quien ha conocido este pueblo, como yo en los últimos tiempos, y quien ha tenido el privilegio de visitarlo durante la recién finalizada I Semana de Turismo Rural, ha podido comprobar como un pueblo entero se reivindica a sí mismo, recupera su memoria colectiva recopilando retazos de su historia  con los que, como yo, lo hemos visitado durante estos últimos días; comparte a través de sus mayores los recuerdos de tiempos más duros, pero no menos felices, mostrando un abanico de los antiguos oficios que se practicaban en la zona (armado de carbonera, el tajo en la mina, fragua, bordados, elaboración de queso, picapedrero, carpintero de ruedas de carro, el esquilado de ovejas; con la ilusión de los niños por practicar los más diversos deportes en contacto con el medio natural (Tiro con arco, carreras de orientación, Piragüismo, rutas en bicicleta, etc.) y la gente joven manifestada en el esmero con que se han dedicado a recuperar los rincones y calles más típicos de su pueblo, demostración de una buena vecindad que nunca se debió perder en ninguna parte de nuestro maltratado planeta.

Trabajo desinteresado de la población de Villanueva del Duque, que se ha visto recompensado por la asistencia de muchas personas de otros lugares de la comarca, personas que han visto con sus propios ojos lo necesario que es ceder el testigo a los ciudadanos, hacerles partícipes y al mismo tiempo protagonistas de su historia y de su futuro. Encuentro armonioso entre distintas generaciones de gentes del lugar, que confieso ahora miro con distintos ojos, y que esperemos tenga su merecida continuidad en el futuro, y sirva de referente de cómo con pocos medios pero con un derroche de ilusión e imaginación se puede conseguir movilizar a un pueblo entero, que se quiera más a si mismo, y consigue que los que no somos de Villanueva del Duque lo miremos a este pueblo con todo el cariño que se merece.

Tomen buena nota de ello nuestros políticos. La cultura rural no está muerta, es una bella durmiente que necesita que alguien con tiernos susurros y dulces palabras, la despierte.

Un vecino de la Comarca de los Pedroches
Artículo anónimo enviado para el Libro de Feria y Fiestas 2005.