El cielo en la mañana de ayer auguraba lluvia pero, ni las primeras gotas, frenaron la sed de caminar por la Vía Verde de más de una veintena de mujeres villaduqueñas. De esta manera, empezaba una ruta circular de más de nueve kilómetros. Un camino de senderos cargados de paisajes, risas, anécdotas e incluso cancioncillas –“Quintos traigo, quintos llevo desde Conquista a Pueblonuevo”—, en recuerdo al ferrocarril de vía estrecha que pasaba por nuestra Vía Verde de la Minería.
Iniciamos la ruta por el Camino de Belmez, con la intención de llegar al umbral que lo separa de nuestra Villanueva del Duque. Los paisajes adehesados se fundían con laderas repletas de olivos, hasta desembocar a la inmensidad de Peñaladrones, un cuadro paisajístico enmarcado por la escarpada trinchera que, en su día, daba paso al ferrocarril de vía estrecha.
Entre las anécdotas de nuestras vecinas que recordaron con nostalgia ese mismo camino hace ya muchos años, con un burro cargado de peras y huevos de corral en plena madrugada; o las reminiscencias de elaborar cuerdas con retamas para fabricar las antiguas escobas de barrer; llegamos, sin darnos apenas cuenta, al cruce de caminos que lleva a la Trinchera Bonita. De ahí seguimos nuestra ruta hacia la Estación de Peñas Blancas, pasando por el escarpado Arroyo de la Zarzuela.
Después de mágicas horas de camino, la Asociación de Mujeres Villaduqueñas cerró el circuito invitando a todas las participantes a una espectacular paella en la Dehesa Boyal. Un sábado de turismo activo por parajes de ensueño. Un día de convivencia con mujeres repletas de historia, hospitalidad y entusiasmo. Un primer fin de semana de octubre que recordaremos todas. Vestigios que han quedado sembrados por esos senderos de esa vía verde de la minería a los que tantas peripecias le quedan por vivir…
Lucía Suárez para villanuevadelduque.com