El sábado 26 de enero al son de cohetes y al repique de todas las campanas de Villanueva del Duque, el Relicario portátil con el corazón y la clavícula de San Juan de Ávila era recibido, con honor, y excepción, en la Piedra de la Virgen, por el párroco Ignacio Mora Vilaltella; el rector del Santuario de la Virgen de Guía, Francisco Vigara Fernández y el diácono Pedro Castelo Luna, así como miembros de la Corporación Municipal, estando al frente la alcaldesa María Isabel Medina Murillo. Además, todas las Hermandades y Cofradías con sus directivas rodeaban el lugar con sus respectivos estandartes e insignias junto a los numerosísimos fieles allí congregados.

Tras el Himno Nacional, la comitiva procesional se dirigió hasta la Iglesia Parroquial de San Mateo Apóstol y Evangelista, con el acompañamiento musical de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Hasta que se trasladó a la vecina localidad de Villaralto, se impartieron catequesis y charlas formativas en la Parroquia, interviniendo el Coro Juvenil Parroquial.

Cuando de nuevo llegaba a Villanueva del Duque, lo hacía con toda la solemnidad en el templo mayor para celebrar una Misa de Acción de Gracias por su presencia, en la que actuó el Coro Parroquial de San Mateo, tras la cual, se veneró el corazón del recientemente nombrado Doctor de la Iglesia Universal.

Seguidamente, y con el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Salvación, el Patrón del Clero Secular Español, se trasladó procesionalmente hasta la Capilla de la Residencia de la Sagrada Familia, en donde permaneció toda la noche, en presencia de Jesús Sacramentado expuesto para la adoración de los fieles que quisieron sumarse a las oraciones de la Adoración Nocturna.

Antes de partir por la mañana, se procedió a venerar las santas Reliquias como despedida de una jornada tan intensa para la vida espiritual de Villanueva del Duque.

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José Caballero Navas